jueves, 17 de mayo de 2018

MICRORRELATOS IV

INTROSPECCIÓN

Soy una persona tóxica.








CATACLISMO

"Si sigues así te volverás como tu padre".
Creo que lo último de cordura se acaba de romper. Querido amigo: disfruta el caos.








SUEÑO

El cuerpo de una joven imitando la muerte de Sylvia Plath teniendo de fondo a los padres aterrorizados.










¿ES ESTO VIOLENCIA?

¿Debería perdonar? ¿Debería aguantarlo? Digo porque lo tengo abrazado detrás mío, como que quiere que lo comprenda.








SOLA

Conozco a alguien, nos hacemos amigos y como toda vida social es efímera dejamos de serlo. Creo que hay algo dentro de mí que me impide tener relaciones fuertes; digo porque así perdí gente que me agrada.







AUTODESTRUCCIÓN

-Mira flaco, si quisiera joderme en una relación tóxica saldría con alguien como el Beto, porque para eso sirve él si sigue con esa actitud.
Se lo dije a mi amigo, en uno de esos paseos debajo de los cielos grises de Centro de Lima.






VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN

Una pequeña niña escucha que el matrimonio es horrible a pesar que todo era broma, pero como dicen que de broma en broma hay cierta parte de verdad lo tomó como una verdad absoluta. Casi cae en la tentación pero felizmente abrió los ojos.








DIÁLOGO PADRE – HIJA

PADRE: Hola hija
HIJA (Concentrada en la laptop): Hola
PADRE (Saca dinero): Esto es tu pasaje
HIJA (Extiende la mano recibiendo el dinero): Gracias
El PADRE deja el escenario dejando a la HIJA












SOLITARIA


Tendré amigos, me llevo bien con ellos, me río con ellos, hueveo con ellos, pero aún me siento sola.














COSTUMBRE

Una joven camina por las calles, pasa frente a una iglesia, ve una pareja recién casada salir del recinto, se persigna pidiendo a Dios que libere a aquellas pobres almas que no saben lo que hacen.

lunes, 7 de mayo de 2018

FANTASÍA / RECUERDO

Han pasado dos semanas desde la última vez que te vi. el solo recuerdo de aquellas tres horas invaden mis pensamientos: Perú jugaba un partido en eliminatorias. Era de noche, estuvimos en un cuarto de hostal de los tantos que hay-a la vista u ocultos-en Centro de Lima a oscuras, con la TV y la ventana proporcionándonos luz; parecía el contexto de un poema.
Tu cuerpo tembloroso de los nervios, tus latidos que se oían por las habitaciones contiguas y tus gritos de enojo que me recuerdan a mi padre; estabas concentrado; te ignoraba.

Los rememoro mientras el bus pasa por la Costanera, ver el mar limeño, bravo y sucio por unos instantes me remite tranquilidad, la misma tranquilidad que me diste antes de comenzar aquel juego erótico. Miro la ventana: árboles, edificios, letreros de cables, otros vehículos. Varias imágenes citadinas pasan por mis ojos para después sumirme en mis pensamientos, como un sueño.

Soy tuya/soy tuyo. Las frases resuenan en mi cabeza, siento cosquillas en la pubis: es excitación, me digo. El bus pasa por Pardo, el cosquilleo incrementa. Eres mía/eres mío. Discretamente rozo mis muslos entre sí, la mochila oculta el acto masturbatorio (o lo que creo que hago). Diferentes escenas sueltas aparecen: me ahorcas con suavidad mientras repites "Eres mía, no le perteneces a nadie". Asiento con la cabeza. "Tu cuerpo es mío, me pertenece". Repito las mismas palabras que me dijiste. Omites mi sufrimiento: mi rostro de miedo, bajas mi pantalón con rapidez, muevo los muslos en el asiento del bus, me jalas hacia ti, miro los edificios, más bien, rascacielos, siento tu miembro viril en mis paredes vaginales: gimo de placer/gimo internamente, me observo y te observo en el espejo: tus caderas, tus piernas, tus nalgas, mis senos, mi barriga, mis estrías en los muslos, mis cabellos alborotados y mis ojos placenteros.

"Más fuerte, más fuerte", "Más profundo", "Lo quiero adentro". "¿Te gusta?" Nalgada. Quiero que ahora mismo estés en este bus. "Mi perrita", "Eres mía". "Soy tuya", "Tuya y de nadie más". Los rascacielos y los restaurantes aparecen ante mis ojos reflejados en la ventana: estoy roja. Más embestidas, besos frenéticos y salvajes, abrazos instantáneos, tu cara/mi cara extasiada, roja sangre. Pausa. Sales, veo mi paradero, te sacas el preservativo, me levanto del asiento, la gente de las habitaciones contiguas nos oyeron, nadie me vio, te acomodas/me acomodo a mi/tu lado entre las sábanas alborotadas. "Óvalo baja", besos dulces, bajo del bus, extiendo mi cuerpo, camino al edificio, me miras/te miro, toco el timbre, más besos tiernos. "Hola". "Hola jefe". Entro.