Tu cuerpo tembloroso de los nervios, tus latidos que se oían por las habitaciones contiguas y tus gritos de enojo que me recuerdan a mi padre; estabas concentrado; te ignoraba.
Los rememoro mientras el bus pasa por la Costanera, ver el mar limeño, bravo y sucio por unos instantes me remite tranquilidad, la misma tranquilidad que me diste antes de comenzar aquel juego erótico. Miro la ventana: árboles, edificios, letreros de cables, otros vehículos. Varias imágenes citadinas pasan por mis ojos para después sumirme en mis pensamientos, como un sueño.
Soy tuya/soy tuyo. Las frases resuenan en mi cabeza, siento cosquillas en la pubis: es excitación, me digo. El bus pasa por Pardo, el cosquilleo incrementa. Eres mía/eres mío. Discretamente rozo mis muslos entre sí, la mochila oculta el acto masturbatorio (o lo que creo que hago). Diferentes escenas sueltas aparecen: me ahorcas con suavidad mientras repites "Eres mía, no le perteneces a nadie". Asiento con la cabeza. "Tu cuerpo es mío, me pertenece". Repito las mismas palabras que me dijiste. Omites mi sufrimiento: mi rostro de miedo, bajas mi pantalón con rapidez, muevo los muslos en el asiento del bus, me jalas hacia ti, miro los edificios, más bien, rascacielos, siento tu miembro viril en mis paredes vaginales: gimo de placer/gimo internamente, me observo y te observo en el espejo: tus caderas, tus piernas, tus nalgas, mis senos, mi barriga, mis estrías en los muslos, mis cabellos alborotados y mis ojos placenteros.
"Más fuerte, más fuerte", "Más profundo", "Lo quiero adentro". "¿Te gusta?" Nalgada. Quiero que ahora mismo estés en este bus. "Mi perrita", "Eres mía". "Soy tuya", "Tuya y de nadie más". Los rascacielos y los restaurantes aparecen ante mis ojos reflejados en la ventana: estoy roja. Más embestidas, besos frenéticos y salvajes, abrazos instantáneos, tu cara/mi cara extasiada, roja sangre. Pausa. Sales, veo mi paradero, te sacas el preservativo, me levanto del asiento, la gente de las habitaciones contiguas nos oyeron, nadie me vio, te acomodas/me acomodo a mi/tu lado entre las sábanas alborotadas. "Óvalo baja", besos dulces, bajo del bus, extiendo mi cuerpo, camino al edificio, me miras/te miro, toco el timbre, más besos tiernos. "Hola". "Hola jefe". Entro.
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